Lasaña vegana de soja texturizada y berenjena

Lo prometido es deuda. Así que hoy he vuelto a preparar la lasaña vegana con soja texturizada fina para así compartir con vosotr@s esta sabrosa, rica, vegana y completa receta.

La soja texturizada es un ingrediente muy común en la cocina vegetariana y vegana, un producto con un aspecto que nos puede resultar extraño al principio, con mucho volumen y poco peso, que nos puede recordar a los cereales de desayuno pero con un potencial culinario muy interesante. Se trata de proteína vegetal texturizada y consiste en trozos deshidratados hechos a base de harina o concentrado de soja que han pasado un proceso de texturización para conseguir un producto con elasticidad, ternura, jugosidad y agradable al masticar, con un sabor suave pero no neutro y que se pueda utilizar como normalmente se utiliza la carne. Por lo tanto, podríamos decir que es una buena alternativa a la proteína de origen animal con el valor añadido de no tener colesterol ni grasas saturadas. En el mercado encontramos muchos tipos de soja texturizada, aunque las más comunes son la soja texturizada fina, soja texturizada gruesa y filetes de soja texturizada. En mi caso, suelo usar la soja texturizada fina ya que es la que suelo encontrar en la herbolario de mi barrio. Si miramos la soja texturizada fina de cerca vemos que son trocitos pequeños e irregulares de aspecto fibroso y esponjoso, aunque secos. Se puede comer tal cual, por ejemplo a media tarde con batido de queso fresco o yogur, porque su sabor es muy suave y su textura crujiente, pero lo normal es hidratarla y dorarla o mezclarla con alguna salsa. La soja texturizada es fácil de conservar y tarda mucho tiempo en ponerse mala. Simplemente guárdala en la propia bolsa, bien cerrada, o en un bote que cierre bien, en un lugar fresco y seco alejado de la luz solar. Para hidratarla es suficiente con dejarla reposar en agua caliente (más o  menos 2 partes de agua por cada parte de soja texturizada) hasta que esté blanda.

Dicho esto, pongámonos “manos a la obra”! Espero que el resultado sorprenda y guste tanto como a mi familia ya que la verdad es que ni notaron el cambio de carne por soja texturizada fina 😉

Raciones: 5-6 personas

Dificultad: media

Tiempo: 50 min

Ingredientes:

– 1 paquete de placas para lasaña (en mi caso use placas de espinacas listas para usar).

– 200g de soja texturizada fina

– 450g de tomate rallado (6-8 tomates frescos naturales)

– 1-2 berenjenas

– 2 vasos de bebida de avena (se puede sustituir por otra bebida vegetal)

– 1 vaso de harina de trigo integral

– 1 diente de ajo

– 1 cebolla

– 1 cucharadita de perejil

– 1 cucharadita de tomillo

– 1 cucharadita de orégano

– 2 cucharadas de salsa de soja baja en sal

– 1 puñado de anacardos crudos sin tostar

– 3-4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)

– sal al gusto

Elaboración: ponemos la soja texturizada fina en remojo. Rallamos los tomates y reservamos. Cortamos las berenjenas en rodajas finas y las hacemos a la plancha. Mientras empezamos a dorar en una sartén con un poco de AOVE el diente de ajo bien picado, la cebolla y el perejil. Cuando la soja esté bien blanda, retiramos el exceso de agua y la doramos en la sartén. Cuando esté dorada, añadimos la salsa de soja y removemos bien. Lo dejamos a fuego mínimo un par de minutos. A continuación añadimos el resto de especias, el tomate rallado. Removemos bien y lo dejamos 10min a fuego lento. En un recipiente para horno, ponemos en el fondo una capa de placas y encima una capa de soja texturizada con tomate. Luego ponemos una capa de rodajas de berenjena. A continuación lo cubrimos con otra base de placas. Luego ponemos otra capa de soja y de berenjena, así hasta terminar con una capa de placas. En mi caso hice 2 pisos (en total 3 capas de placas). En una sartén limpia, vamos a hacer la bechamel. Ponemos 3 cucharadas de AOVE a fuego medio y añadimos la harina y bebida de avena gradualmente sin dejar de remover hasta obtener una salsa sin grumos. Echamos la bechamel por encima de la lasaña. Picamos los anacardos y los echamos por encima de la bechamel. Ponemos el horno a 180-190ºC y cocemos durante 30-40min, hasta que la lasaña quede dorada.

 Hecho con amor verde-delicioso

La tentanción convertida en brownie vegano

Primero de todo felicitar el año nuevo a todos los que me leéis! ¿Cómo fueron las fiestas navideñas? Espero que estuvieran llenas de encuentros familiares, con amigos, con viejos conocidos… y llenos de felicidad y momentos que recordar! Y ahora ya sabéis que tenéis delante de vosotros todo un año entero para seguir buscando vuestros sueños y hacer lo que realmente os hace feliz. En mi caso, una de las cosas que me hacen sentirme bien es cocinar y esta semana ha estado llena de inspiración, así que compartiré con vosotros algunas recetas.

La receta que os traigo hoy es un brownie con avellanas. Se trata de un pastel pequeñito de chocolate originario de los Estados Unidos. Se llama así por su color marrón oscuro, brown en inglés. La primera vez que se oyó a hablar de él se remonta en el 1896, pero en lugar de chocolate la receta de aquel entonces llevaba una especie de melaza.

En mi caso, y siguiendo la dinámica de mi blog y mi modo de vivir y ver la vida, os traigo la versión vegana del brownie. Espero que el resultado en vuestra casa sea igual de espectacular que el mío! Así que manos a la masa.

Raciones: aproximadamente 16-20 porciones pequeñas

Dificultad: fácil

Tiempo: 60 min

Ingredientes:

  • 100g harina integral de fuerza
  • 80g aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • 100g azúcar integral de caña
  • 60g gel de lino*
  • 15g almidón de maíz
  • 50ml bebida de avena (se puede usar cualquier bebida vegetal)
  • 1 cucharadita pequeña de extracto de vainilla
  • 2g levadura de repostería
  • 150g chocolate negro (mínimo 70% cacao)
  • 5g cacao puro en polvo
  • 120g avellanas picadas (se puede usar cualquier fruto seco)

Elaboración: precalentamos el horno a 185ºC. Forramos un molde rectangular o cuadrado mediano con papel de horno. Cortamos a pedacitos el chocolate y lo atemperamos a temperatura ambiente. Lo podemos deshacer al baño maría o al microondas, pero siempre controlando que la temperatura no supere los 50ºC. Mezclamos muy bien en un bol el AOVE, azúcar, vainilla y cacao. A la anterior mezcla añadimos el gel de lino, el almidón de maíz y la bebida de avena y removemos bien. Mezclamos la levadura con la harina integral y tamizamos. A continuación añadimos la harina a la mezcla de líquidos en 2-3 veces para que no se formen grumitos. Añadimos el chocolate fundido removiendo constantemente. Por último, añadimos las avellanas picadas. Vertemos la mezcla en el molde y aplanamos la superficie con una espátula. A continuación horneamos 30-40min a 185ºC. Es difícil determinar el tiempo necesario de cocción ya que en el caso del brownie queremos que la superficie quede seca y crujiente mientras el interior permanece un poco húmedo. Por lo tanto, al pincharlo con un palillo éste tiene que salir húmedo, pero no lleno de masa. Transcurrido el tiempo necesario, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Para servir lo cortamos en pedacitos del tamaño 4-5cm de diámetro.

Hecho con amor verde-delicioso

*las semillas de lino son un buen sustituto del huevo. Esta mezcla viscosa nos servirá para aportar agua a la masa y actúa de forma parecida a la clara del huevo. Para hacer 60g de gel de lino necesitaremos 100ml de agua y 1 cucharadita de semillas de lino dorado enteras. Lo ponemos todo a hervir y cuando arranca el hervor, lo dejamos 12-15 minutos a fuego a medio-mínimo. Pasado este tiempo veremos que el líquido empieza a parecer un sirope y se irá formando espuma en la superficie (no la retiramos). A continuación, apagamos el fuego y colamos rápidamente el gel viscoso de las semillas (las podemos guardar para futuras preparaciones). Dejamos enfriar antes

Tarta tatín muy especial

Buenas noches a todos! Inicio este blog con mucha ilusión y entusiasmo ya que es el inicio de una etapa nueva, más enfocada en el mundo de la gastronomía y sobretodo en el de la pastelería. En concreto, intentaré aprender de los mejores en lo que respecta a pastelería vegana. Poco a poco iré compartiendo con vosotros mis recetas y experiencias culinarias. Eso no quiere decir que deje de lado la divulgación en nutrición, alimentación saludable y deporte! Sé que ahora mismo los que me conocéis, pensaréis que siendo dietista-nutricionsta como me meto a estudiar pastelería. Pero el caso es que todos tenemos una afición o hobby escondido. En mi caso eran y son los dulces. Con dulces me refiero a los postres caseros, tradicionales, y hechos con mucho amor (en este caso verde-delicioso!) para situaciones especiales como aniversarios, celebraciones, reuniones, encuentros inesperados,… El caso es que cuando entro en la cocina para realizar un dulce me viene una sensación de paz interior y bienestar indescriptible. Es como si el mundo se parara y solo existiera la masa, yo y mis pensamientos 🙂 Y es que ya lo dicen que la cocina, la pastelería, y sobretodo el mundo del pan (del cual aprenderé mucho en este curso) pueden llegar a ser tu mejor psicólogo.

No quería terminar esta entrada sin compartir con vosotros mi última receta, hecha esta misma tarde para celebrar el cumpleaños de mi amiga, y compañera de piso, Núria. Resulta que esta receta es vegana, sin ningún derivado animal. Espero que os guste y disfrutéis haciéndola como yo lo he hecho!

Dificultad: fácil

Tiempo de cocción: 20-25min

Raciones: 8-1o

Ingredientes:

– 9 manzanas golden

– 100g de azúcar moreno integral

-30g de aceite de oliva virgen

– 1 masa brisa (sin grasas trans ni hidrogenadas)

Elaboración: pelamos las manzanas, les sacamos el corazón y las dividimos en cuatro. Por otro lado, ponemos al fuego el azúcar en una sartén para horno. Una vez el azúcar está derretido, sacamos del fuego y añadimos el aceite de oliva. A continuación, colocamos las manzanas en forma circular cubriendo todos los espacios. Finalmente, añadimos la masa brisa y le hacemos pequeños agujeros en la parte superior. Metemos la sartén en el horno previamente calentado, a 180 grados, durante 20-25 minutos. Sabemos que la tarta está hecha cuando la masa brisa empieza a coger color. Sacamos del horno y dejamos enfriar 10 minutos. Luego damos la vuelta a la sartén con la ayuda del plato donde serviremos la tarta. Podemos acompañar la tarta con una cucharada de yoghurt desnatado.

Hecho con amor-verde delicioso